La Sierra del Caballón se sitúa en el centro de la provincia de Valencia. Es la primera cadena montañosa que nos encontramos cuando dejamos atrás el litoral y nos adentramos en el vasto sistema ibérico dentro de la provincia con la Muela de Cortes, La Sierra de Martés y el Macizo del Caroche. Atraviesa varios municipios de las Comarcas de La Ribera Alta y La Hoya de Buñol y tiene una singular apariencia, debido a la presencia de los estratos de caliza debido al plegamiento durante su proceso de formación.
Forma parte del Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) de la Sierra Martés y el Ave, y de la Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA), Sierra Martés- Muela de Cortes, dentro de la Red Ecológica Europea Natura 2000. Existen varios parajes que albergan grandes valores ecológicos, paisajísticos y socioculturales, como el Barranco de Los Robles, El Barranco de la Romana, el Paraje Natural de La Colaita y el Paraje Natural del Matamón. Los picos más elevado dentro de los parajes municipales son el pico del Buxcarró, con 654 metros de altitud, alto de los Cuchillos, con 789 metros y Pico Colaita con 828 metros.
Estos parajes tienen una gran potencialidad para el ejercicio de actividades como el senderismo o la bicicleta de montaña, aunque muchos senderos antiguos y caminos se han perdido debido a la falta de uso. La abundante fauna cinegética que alberga el ecosistema de matorral mediterráneo, convierte a este Paraje en una de las principales áreas de caza de la Provincia de Valencia.
Existen numerosas especies amenazadas, entre las cuales destacan el águila perdicera (Hieraaetus fasciatus) y real (Aquila chrysaetos), el buho real (Bubo bubo), el tejón (Meles meles) o la garduña (Martes foina). También encontramos la presencia de ejemplares de cabra montés (Capra pyrenaica), posiblemente ejemplares en dispersión procedentes de la Reserva de la Muela de Cortes. El corzo (Capreolus capreolus) y el jabalí (Sus scrofa).
Los matorrales de brezo y coscoja representan el hábitat idóneo para la nidificación de numerosas especies de pájaros como el oriol (oriolus oriolus), el ruiseñor (Luscinia megarhynchos) o las curruca rabilarga (Sylvia undata) y de chaparral (Sylvia cantillans), mientras que a las zonas más abiertas están presentes la alondra (Lullula arborea), la cogujada (Galerida theklae) o el mimético chotacabras (Caprimulgus europaeus). Resulta de especial relevancia la presencia de especies de quirópteros en peligro de extinción como el murciélago mediano de herradura (Rhinolophus mehelyi) y el murciélago ratonero patudo (Myotis capaccinii) procedentes de la colonia de cría de la cueva de las Maravillas y la Sima del Campillo.
Así mismo, reptiles como el lagarto (Lacerta lepida), la víbora hocicuda (Vipera latastei), y las serpientes verde (Malpolon monspessulanus) y blanca (Elaphe scalaris) o el invertebrado banyarriquer o capricornio de las encinas (Cerambyx cerdo), completan el variado repertorio faunístico de estos enclaves.
El clima mediterráneo, con veranos calurosos y precipitaciones escasas e irregulares, el sustrato calcáreo y los reiterados incendios tienen como consecuencia que la formación vegetal predominando sea una máquia o chaparral denso de coscoja (Quercus coccifera), palmitos (Chamaerops humilis) y aulagas (Ulex parviflorus) con pies dispersos de pino carrasco (Pinus halepensis), algarrobo (Ceratonia siliqua) y carrasca (Quercus ilex rotundifolia), en las vertientes más cálidas y expuestas, y una màquia formada por lentiscos (Pistacia lentiscus) y brezo (Erica multiflora) en las vertientes más frescas y húmedas.
Las especies arbóreas más relevantes en los parajes son el fresno de flor (Fraxinus ornus), la sabina (Juniperus thurifera), el madroño (Arbutus unedo), pino rodeno (Pinus pinaster) aunque, sin duda, la presencia de los últimos ejemplares de roble valenciano o quejigo (Quercus faginea) existentes en el Barranc dels Roures le confieren a este una mayor singularidad. Como endemismos propios en flora tenemos el Verbascum fontqueri, en la Microreserva de flora de Lloma de Coca y la Jasiones mansanetiana en el Barranco de los Robles.
En el siguiente párrafo podemos apreciar como un ilustre vecino de la localidad cercana de Llombay, a la que pertence el Barranco de los Robles, dentro del Paraje Natural de La Colaita, describía el propio barranco allá por los años 60 del siglo pasado, antes de que los sucesivos incendios de las décadas de los 80′, 90′ y 2000 se llevasen consigo todos los árboles de gran tamaño que existían y haya deteriorado la capacidad regenerativa propia del lugar.
Una de las características hermosas del barranco es su diversidad de vegetación, ya que junto al esparto o el palmito se halla el roble; junto al madroño, los fresnos o alguna encina; entre los pinos carrascos, el airoso ródeno, uniéndose al balsámico aroma de los pinos y de algunas olorosas sabinas, que proporcionan la diversidad de infinitas matas, y que en aquel aire sutil, puro y limpio, se hace más patente y bastaría para dar al barranco el nombre de «Valle Perfumado» si careciera del noble que ahora tiene.
Ramón Serrano Vicens
Ecoremedi junto a nuestros colegas de Dronecoria y los compañeros de GAMM queremos llevar a cabo acciones de repoblación en estos parajes naturales municipales. Repoblar con Pinos rodenos las laderas más aptas para ello, con la tecnología de drones y semillas peletizadas de Dronecoria y con GAMM plantar directamente los plantones de quejigo, sabina y fresnos en las partes más frescas de los barrancos. Si te interesa este proyecto de repoblación con especies autóctonas pregúntanos cómo puedes colaborar.